El pasado viernes 27 de septiembre de este 2019 tuvo lugar la denominada huelga mundial por el clima donde miles de personas tomaron las calles en la lucha por la defensa del medio ambiente. Muchas han sido las ciudades partícipes de este acto, Valencia entre otras, con una concentración multitudinaria, sumando entre 4.000 y 10.000 personas según medios.
En Rodando Estudio no hemos querido perdernos tal evento, además del carácter reivindicativo, detectamos en este tipo de manifestaciones una alta dosis de creatividad ciudadana, donde los mensajes los firma el pueblo y se alzan para ser vistos.
Todo comenzó hace unos días. Medios británicos como BBC o The Telegraph, han usado los propios diseños de pancartas de algunos ciudadanos para encabezar sus noticias sobre la protesta global contra el cambio climático. Una de ellas, tomando como concepto el lema “less is more” del propio Mies van der Rohe, ha resultado ser una minúscula pancarta donde podía leerse la nota “use less paper” (usa menos papel).
Resulta fascinante como el contenido y el afán de destacar, de ser escuchados, mueve el ingenio del individuo que sin demasiados recursos materiales ni técnicos es capaz de elaborar una pieza tan original que traspase fronteras cumpliendo su cometido.
Este hecho nos ha hecho cavilar y hacernos algunas preguntas. ¿Qué es realmente una pancarta? Como norma general el ser humano no distingue entre pancarta, anuncio, cartel, aviso, proclama, rótulo o letrero. La definición de la RAE nos dice lo siguiente:
En manifestaciones y otros actos públicos, cartel con consignas o diversos mensajes, que se exhibe con propósitos normalmente reivindicativos.
Estamos acostumbrados a que los mensajes nos lleguen desde diversas fuentes, empresas, instituciones, administraciones, es decir, hacia el ciudadano. Es aquí donde radica la principal diferencia. La pancarta se ha convertido en un medio de expresión popular, normalmente, con carácter reivindicativo, donde los emisores se «retroalimentan» de esa información generando un colectivo, pero cuyo destino y receptor se encuentra “más arriba”, lejos de su control. Las mismas“Fallas”, o el carnaval, son festividades artísticas cargadas de creatividad y sátira, con un objetivo muy similar, pero la inmediatez, expresividad y unión de estos elementos componen un resultado crítico al alcance de todos.
Ya las usaban los reyes francos para adjudicar propietarios y documentar dominios públicamente, aparecían en acciones militares y en acciones religiosas, enumerando privilegios políticos o de sangre o informando de las distintas enfermedades de la época. Podríamos imaginar la historia contada a través de las mismas pancartas, al modo del historiador de arte Aby Warbug en su obra “Atlas Mnemosyne”.
Hoy, cuando la «calle se llena de pancartas, los gobiernos tiemblan», o al menos, se pretende. Es la voz de la protesta y las manifestaciones, siendo estas últimas actos públicos cargados de música, ruido y colores desde que la prohibición pasó a convertirse en un derecho.
¿Hacía donde evolucionarán las pancartas en la era digital?
Os dejamos varías imágenes con los mensajes y creatividades de la concentración realizada en Valencia.
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